domingo, 13 de diciembre de 2009

Descarga II


Antes de contar lo siguiente, me declaro responsable; la culpa no es del chancho sino del que le da de comer. He invertido tiempo y le he tirado muchas valiosas margaritas a un chanchito; le pase contactos grosos, la escuche y contuve en momentos claves, le di lugar a en mi casa, la invite a mi casamiento, y la ayude a focalizarse, siendo esta la necesidad del siglo.


Todos mis intentos no alcanzaron sin embargo para que esta persona reaccionara; desconfiaba de mi, me ninguneaba y jamás la escuche decir esa misteriosa palabra que se escribe "Gracias" Atravesó determinadas circunstancias (que todos pasamos) y se alejo, enojada, borrándome finalmente de sus contactos. Bien al estilo inmaduro, se calló, desapareció, metió a todos en la misma bolsa y se fue. Si hay algo que no soporto es que las cosas no se arreglen hablando y de frente; no puedo entender que si hay algo que jode, no se hable o grite o escriba. Ahí se me vino a la mente la famosa frase "Sabes la calle que te hace falta?"; muy cierta! Personas que reaccionan así no saben en realidad lo que es el dolor, porque quienes han sufrido de verdad valoran más que a nadie a la gente que les suma y les canta la posta. Quien ha atravesado el oscuro valle de las lágrimas, sabe diferenciar lo que es importante de los que es simplemente una pelotudez. Me tuve que tragar todo lo que tenia para decirle, porque la iba herir demasiado; nada hiere mas que la verdad. En vez de eso, decidí responsabilizarme y APRENDER lo siguiente:


-Solo daré algo cuando me lo pidan ( de rodillas y desesperadamente) -Todos tenemos problemas; la gente no quiere hacerse cargo y busca colegarse de alguien siempre -Mas de una vez la admiración se confunde con la desconfianza -No tengo por que solucionarle la vida a nadie


-Si alguna vez doy algo, me esforzare en no esperar nada a cambio (pero nada en serio) -Me encaminare en el interesante camino del autoconocimiento y la autovaloración; estas cosas solo le pasan a personas, que como yo, olvidamos nuestro valor y solemos rebajarnos. -Intentare encauzar mis energías en las cosas /personas que si lo valen y en mis propios sueños, que bastante las necesitan.


De todo se aprende...menos mal!


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