domingo, 27 de diciembre de 2009

Una buena…


Ella se había enamorado de aquel hombre con el que se había casado; tenían 2 hijos pequeños. En aquella época todo parecía más bueno, más ético, más moral. Sin embargo este hombre era la excepción pues, pese a ser un normal marido proveedor…no sabia decir que no a las muchas mujeres que lo frecuentaban y con las que salía de parranda. Conciente de tal situación, ella seguía esforzándose para ser una buena esposa. En vano. Solo le quedaba soportal en silencio, porque 40 años atrás el divorcio era mala palabra.

Sorpresivamente, un accidente acabo con la vida de tal tipo; ella, una prematura viuda, se encargo de trabajar para poder comer; sufrió, pero no demasiado, ya que en el velorio sus hijos conocieron un par de medios hermanos. Estaba muerto, pero seguía humillándola.

Pasó el tiempo y otro caballero empezó a cortejarla; en su corazón, ella se había determinado a no pasar nunca más por tal desprecio y desamor. Todo marchaba bien, podría decirse que comenzaría una seria relación hasta que un día, por descuido, descubrió que aquel candidato…ya tenía familia. Sintió como si el muerto se hubiera metido en aquel otro hombre para seguir burlándose de ella y torturando su alma. En un arrebato de locura, intento quitarle la vida. Yo creo que en su mente, se habría dibujado la cara del fallecido en el rostro del otro. No llego a cometerlo y la policía la tuvo detenida por 1 año.

Salio, siguió viviendo, pero esta vez comenzó a comportarse como lo habían hecho con ella; salía con hombres más jóvenes y no buscaba nada serio. Inclusive los maltrataba, se aprovechaba de su dinero. En sus actitudes se reflejaba que el muerto seguía viviendo ahora en ella y que seguía presa de su amor no correspondido.
Más tiempo paso; la juventud la abandono, se transformo en abuela y paro un poco el carro. Sus nietos le llenaban el corazón y le daban una alegría totalmente desconocida para ella. Creo que ahí empezaba a presentársele el amor, en esta forma pura que la preparo para lo que vino después.

Con 65, conoció a José, un gallego viudo que desde los 17 vivía en Argentina y rondaba ahora su misma edad. Como quien no tiene demasiado tiempo que perder, le pidió matrimonio. Ella, quien creyó que nunca había sido amada ni respetada, que el tren no volvería a pasar, fue sorprendida en el crepúsculo de su vida por aquello que mueve el mundo…el amor. No solo vivo la felicidad que antes no tuvo, sino que no pasó nunca más necesidad económica de ningún tipo y se le agrando la familia, pues José tenía 2 hijos que también la acogieron con afecto.
Será que prevalece la esencia del corazón, más allá de cualquier error y nos permite una revancha, por mas tarde e imposible que parezca? Si es así, me encanta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario