domingo, 20 de diciembre de 2009

El primer Mosquetero...


Esta experiencia inaugura la serie de mis encuentros con determinados sujetos a los cuales llamare mosqueteros..pero del infierno!


Era un ex combatiente de la 2° Guerra Mundial, pantallazo para nada positivo y fue mi primer jefe. Hacia ya varios años que era despachante de aduana, y su estudio estaba necesitando un cadete. Comencé un 9 de marzo y viví 5 meses que no se los deseo ni a mi peor enemigo. El trabajo en si estaba re piola; caminaba por todo microcentro haciendo tramites en edificios e instituciones grosas y lo mas lindo era que me mantenía súper flaca. El tema era que este mosquetero tenía un pequeño defecto, segura secuela militar: disfrutaba humillando a los demás (Creo que eso se llama sadismo) y lo digo literalmente. Cualquier motivo, desde una exportación mal hecha hasta que la silla no quedo en el ángulo que él quería, era suficiente para su estallido de ira, para fulminarte con sus palabras y para lograr que el ambiente se pudriera por el resto del día. No dejaba explicar nada y lo más terrible, era que luego se sonreía, satisfecho. Parecía inclusive que gozaba mas cuando su enojo era injusto y sabia que el implicado/da no tenia nada que ver. Ni siquiera su hija se salvaba de soportarlo; ni su bondad ni su anorexia alcanzaban para que ella obtuviera de este enfermo un poco humanidad.


No quiero hacer una descripción psicopatológica porque no es necesaria (para muestra basta un botón) y NO lo excusa. Solo quiero intentar comprender porque aguante esos eternos 5 meses. ¿Acaso la necesidad económica me obligo a eso? Preferiría pensar que fue mi falta de experiencia, que fue el temor a no poder bancarme los estudios,…pero NADA de eso justificara NUNCA que haya soportado a un psicópata que le gusta humillar. Encima estaba en negro y me pagaba miseria!!! Solo Dios sabe como contuve mis impulsos asesinos y agresivos para no joder a la persona que me había recomendado y que continuaba laburando para él.


Hasta el día de hoy no entiendo como hay gente que si soporta enfermos mentales que no se quieren curar. De todas maneras, se que si me lo vuelvo a cruzar le cantare las 40 y le generare el escándalo de su vida, porque me faltaba experiencia laboral pero vi cosas que ni él sabe de si mismo.


Tuvo la mala suerte de tener a un corazón lacaniano como empleada. Y si no puedo ser yo, mientras me consuelo sabiendo que todo vuelve en la vida…

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